Cuando se trata de cocinar de manera segura y saludable, la elección de la sartén adecuada es crucial. Por ello, en este artículo de CSA Seguridad Alimentaria te contamos cuáles son las sartenes más seguras para cocinar. ¡Vamos allá!
Acero inoxidable
Algunas de las ventajas de las sartenes de acero inoxidable son las siguientes:
- Durabilidad excepcional: son extremadamente duraderas y resistentes a la corrosión, lo que las convierte en una opción ideal para uso a largo plazo en la cocina.
- Seguridad alimentaria: es un material no reactivo, lo que significa que no libera productos químicos ni contaminantes en los alimentos, garantizando la seguridad alimentaria.
- Versatilidad: son aptas para todo tipo de cocinas, incluidas las de inducción, y son aptas para horno, lo que las hace ideales para una variedad de recetas y métodos de cocción.
Hierro
En cuanto a las sartenes de hierro, estas son sus ventajas:
- Transferencia de calor uniforme: retienen y distribuyen el calor de manera uniforme, lo que garantiza una cocción uniforme de los alimentos y resultados óptimos.
- Aumenta el contenido de hierro en los alimentos: lo que puede ser beneficioso para aquellos que tienen deficiencia de hierro.
- Durabilidad: pueden durar toda la vida si se cuidan adecuadamente, lo que las convierte en una inversión a largo plazo para la cocina.
Cristal
Las sartenes de cristal también ofrecen una opción segura para cocinar, ya que no liberan productos químicos nocivos en los alimentos. Además, el cristal es resistente a los arañazos y fácil de limpiar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las sartenes de cristal pueden romperse o astillarse si se manejan con brusquedad o se exponen a cambios bruscos de temperatura.
No se recomiendan las de revestimiento antiadherente
Aunque las sartenes con revestimiento antiadherente pueden ser convenientes para cocinar, no se consideran las más seguras desde el punto de vista de la salud. El revestimiento antiadherente puede desprender sustancias químicas nocivas cuando se sobrecalienta, lo que puede contaminar los alimentos y representar riesgos para la salud a largo plazo. Por lo tanto, se recomienda evitar el uso de sartenes con revestimiento antiadherente y optar por opciones más seguras y duraderas, como las de acero inoxidable, hierro o cristal.