El consumo de alimentos crudos es una tendencia al alza en la actualidad como respuesta a los alimentos procesados. Sin embargo, aunque los alimentos crudos sean más naturales hay que saber su consumo supone un factor de riesgo.
Carne
La carne cruda se consume normalmente en forma de carpaccio o tartar. Hay que tener en cuenta que, aunque la carne en su interior es estéril, la superficie puede contener algunos microorganismos como la salmonella, el e. coli o la listeria.
Además, el consumo de carne cruda puede llevar a desarrollar toxoplasmosis. Una infección especialmente peligrosa para las mujeres embarazadas ya que a través de la placenta se puede infectar al bebé y producir malformaciones.
Para minimizar los riesgos (aunque no desaparecen) se debe tener especial precaución en su manipulación y almacenamiento: no se debe utilizar los mismos cuchillos ni tabla para carne cocida y cruda, mantén la carne a temperatura ambiente el menor tiempo posible y marinar la carne puede ayudar a reducir la cantidad de bacterias.
Huevos
Más allá de cuestiones nutricionales como su interferencia en la absorción de ciertas vitaminas, el consumo de huevos crudos supone un riesgo en cuanto a seguridad alimentaria. El principal riesgo asociado es la salmonella.
Si aun así se desea consumir huevo crudo lo más recomendable es comprar en el supermercado huevo pasteurizado y extremar las precauciones a la hora de realizar mayonesa. Se deben seleccionar aquellos huevos cuya cáscara esté más limpia, pero no se deben lavar hasta el momento de su utilización ya que se perdería la impermeabilidad de la cáscara y podría traspasarse la salmonella al interior.
Fruta y verdura
La fruta y verdura debe lavarse bajo el grifo antes de su consumo y secarlas con papel de cocina. Esto mismo se debe realizar aun en aquellas que se van a comer una vez peladas.
Pescados
Tartar, ceviche, sushi… son muchos los platos en los que se utiliza el pescado crudo. Sin embargo, hacerlo sin tomar una serie de precauciones supone un riesgo para nuestra salud, debido principalmente a la posible presencia de larvas de Anisakis.
El consumo de pescado crudo es totalmente seguro siempre que se congele a una temperatura de 20ºC bajo cero durante al menos 48 horas.
Leche
La leche cruda fue prohibida en España en 1990 por motivos de seguridad alimentaria. No obstante, recientemente se ha aprobado en Cataluña la puesta a la venta de esta a pequeña escala, aunque bajo fuertes controles sanitarios.
Esta contiene peligrosos agentes patógenos que pueden ocasionar graves problemas de salud. Estos microorganismos solo se eliminarían completamente mediante la pasteurización y la esterilización. Hervir la leche en casa disminuye el riesgo, no obstante, no lo elimina completamente por lo que recomendamos en todo caso consumir leche pasteurizada y esterilizada.
Si necesitas conocer más acerca de los peligros que conlleva el consumo de alimentos crudos o cómo garantizar la seguridad alimentaria en tu negocio, contacta con nosotros y te ayudaremos.