La cocina suele ser el corazón de una vivienda, pero no solo es una habitación más, sino que aquí se prepara comida. Por ello, a la hora de elegir los materiales de los utensilios, encimeras, vajilla… no solo hay que tener en cuenta lo bonitos que son, si no que estos no contribuyan a la acumulación de bacterias.
Existen muchos materiales muy utilizados que son muy poco recomendables como es el caso de la madera debido a su alta porosidad o el aluminio, cuyo uso está relacionado con el Alzhéimer.
Nosotros nos centraremos en las opciones que sí son recomendables utilizar en la cocina y por qué.
Bambú
A diferencia de otro tipo de maderas el bambú no tiene poros en los que acumularse bacterias y hongos. Además, es resistente al paso del tiempo debido a su dureza.
Debes asegurarte que sea 100% bambú, el plástico con bambú es peligroso porque puede causar una degradación acelerada y la migración de sustancias del plástico a los alimentos.
Silicona
Se trata de un material muy resistente a altas y bajas temperaturas por lo que se puede utilizar tanto en recipientes para guardar en el congelador como meterlo al lavavajillas o al horno. Otra ventaja es que es impermeable y antiadherente por lo que su limpieza es muy sencilla.
Además, es un material flexible y no se deforma ni se rompe si se cae al suelo.
Es uno de los materiales más inocuos en la cocina, no obstante, hay determinadas precauciones que se deben tomar:
- No lo utilices con productos muy ácidos como el vinagre o el limón ya que puede dañar la superficie.
- No lo expongas al fuego, vitrocerámicas o grill ya que podría emitir gases tóxicos. Solo se debe utilizar con calor indirecto.
Acero inoxidable
Sus cualidades lo convierten en uno de los materiales más utilizados para uso alimentario. El acero inoxidable es muy difícil de rallar por su nivel de dureza de modo que se puede limpiar en profundidad sin verse alterado. Es resistente a las variaciones térmicas por lo que se puede meter en el lavavajillas.
No se utilizan revestimientos para cubrirlo, como el teflón, que se degraden y pasen a los alimentos. Y por supuesto, es resistente a la corrosión.
Ahora ya sabes qué materiales son mejores para tu cocina, si bien asegúrate siempre que los productos que compras estén certificados.