Los huevos están presentes de forma casi diaria en nuestra dieta lo que nos genera una falsa confianza y muchas veces olvidamos tomar las medidas de seguridad necesarias. No hay que olvidar que su consumo es la principal causa de Salmonelosis en España.
No es peligroso…
- Las manchitas marrones que hay en la clara o la yema. Estas pueden deberse a varias causas naturales y no suponen ningún riesgo o problema su consumo.
- Las nubles blancas que aparecen en el huevo. ¿Qué son? Son un ligamento formado de clara que mantiene la yema suspendida en el centro del huevo. No siempre son visibles debido a que se suele quedar pegada a la cáscara, pero su consumo es completamente seguro.
- La fecha de consumo preferente en la Unión Europea es de 28 días desde su puesta. ¿Se pueden consumir después? Aunque ya no se consideran huevos frescos, si se ha conservado correctamente y están intactos pueden comerse estando cocinados.
- Comprar huevos directamente a las granjas. Esta forma de comercio está regulada y es legal para el consumidor final pero no para empresas alimentarias (restauración, panaderías…) debido a que en su venta no se puede utilizar clasificación por calidad y peso y en estos últimos los huevos siempre deben ser de categoría A.
Es peligroso…
- Lavar los huevos. No se deben lavar debido a que al hacerlo se elimina la película protectora que cubre la cáscara haciendo más fácil la entrada de microorganismos. En caso de que el huevo tenga suciedad lo mejor es eliminarla con un papel o rasparla con un cuchillo.
- Consumir huevos rotos. Esto supone un grave riesgo debido a que el interior no está protegido de los microorganismos patógenos externos.
- Utilizar mayonesa después de pasadas 8 horas desde su elaboración.
- Guardar los huevos en la puerta del frigorífico. Esto es debido a las variaciones de temperatura que sufren al abrir la nevera y cerrarla. Los huevos se deben conservar en el interior de la nevera lo antes posible tras la compra y no exponerlo a cambios de temperatura hasta que se vayan a consumir.