Conocer y determinar la vida útil de los alimentos es fundamental para las empresas del sector alimentario y los consumidores finales. Por una parte, las empresas obtienen una valiosa información para cumplir la normativa vigente. Además de aportar grandes ventajas sobre la competencia, favoreciendo la eficacia interna de la empresa. Y por otra; garantizando al consumidor un producto seguro y de gran calidad. Pero vayamos por partes:
¿Qué es la vida útil de un alimento?
Se entiende por vida útil de un alimento el periodo de tiempo que mantiene unas cualidades organolépticas, nutricionales y de seguridad adecuadas para su consumo. En el momento que alguno de estos parámetros de calidad es alterado, la vida útil del producto termina.
En las inspecciones sanitarias que se realizan a los fabricantes, dentro de sus protocolos de inspección, se comprueban y se verifican los estudios de vida útil que realiza la empresa de todos y cada uno de los productos que elabora.
La normativa UE 1169/2011 obliga a los fabricantes a proporcionar los estudios de vida útil del alimento para demostrar su estabilidad microbiológica en el periodo que marca el etiquetado, especialmente en aquellos alimentos que son listos para su consumo.
Mediante el estudio de vida útil se establecen las fechas de caducidad o fechas de consumo preferente, según si un alimento es más o menos perecedero. La diferencia entre ambas es que la fecha de caducidad indica la fecha a partir de que un producto no debe ser consumido y la fecha de consumo preferente, indica la fecha a partir de que el producto no mantiene por completo sus condiciones organolépticas.
¿Qué es el estudio de vida útil de alimentos?
Es un estudio que se realiza en el laboratorio para establecer parámetros que determinen la vida útil de los alimentos. Estos parámetros se obtienen a través de la realización de mediciones microbiológicas, físico-químicas y sensoriales.
Tipos de estudios de vida útil de alimentos
Dependiendo de las características de cada alimento existen diferentes estudios, los más importantes son los siguientes:
Estudios de vida útil en tiempo real:
Es el estudio realizado en alimentos perecederos que tienen una vida útil inferior a 6 meses. Los parámetros microbiológicos, fisicoquímicos y sensoriales se consiguen de manera muy rápida y fiable, conservando el alimento en condiciones normales frente a su distribución, almacenamiento o consumo. También se utilizan para realizar análisis de urgencia.
Estudios de vida útil acelerados:
Es el estudio realizado en alimentos no perecederos que tienen una vida útil superior a los 6 meses. También son adecuados para análisis de urgencia. Los alimentos son sometidos a condiciones variables en cuanto a luz, humedad, presión, etc., en periodos de 120 a 150 días para alterar sus factores de deterioro.
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