El huevo es un alimento muy presente en nuestras dietas y también sobre el que surgen muchas dudas: ¿hay que conservarlo en el frigorífico?¿hay que lavarlo?¿qué significa el código que llevan? Te contamos todo sobre la trazabilidad y la seguridad alimentaria del huevo:

Trazabilidad

Todo el proceso que siguen los huevos, desde su producción hasta su compra en el supermercado, está controlado y registrado en el envase. A continuación, analizamos qué significa cada parte del etiquetado relacionada con su trazabilidad.

En primer lugar, los huevos se clasifican en categoría A y B. Si te fijas en el supermercado verás que todos son categoría A, ya que solo estos están autorizados para su comercialización para el consumo humano. Por su parte, la categoría B no cumple los requisitos necesarios y va destinada a la industria alimentaria, donde se aplicará el tratamiento necesario para eliminar cualquier riesgo.

También viene indicado el registro del centro envasador, lo que permite su trazabilidad para que en caso de emergencia se pueda actuar rápidamente y retirar del mercado todos los huevos afectados.

Asimismo, se indica la fecha de consumo preferente, que será como máximo 28 días después de la puesta del huevo.

Por otra parte, en el propio huevo podemos encontrar impreso un código. El primer dígito indica la forma de cría de las gallinas, que puede ir del 0 al 3:

0: Huevo de producción ecológica

1: Huevo de gallinas camperas

2: Huevo de gallinas criadas en el suelo

3: Huevo de gallinas criadas en jaula

Las dos letras siguientes identifican el Estado miembro de producción (las letras ES son las relativas a España). El resto de los dígitos que aparecen después corresponden a la granja de producción.

Seguridad alimentaria

No solo hay que controlar todo el proceso de producción y distribución, sino que una vez se adquiere se deben seguir unas pautas para garantizar su seguridad alimentaria. Si no son manipulados correctamente pueden dar lugar a intoxicaciones alimentaria a causa, por ejemplo, de la Salmonella. Por eso, te damos una serie de consejos que te ayudarán a garantizar la seguridad alimentaria:

  • Los huevos se deben conservar en el frigorífico para que se mantenga en perfectas condiciones de calidad.
  • El frigorífico debe limpiarse periódicamente para evitar la contaminación ambiental de los alimentos. Los olores fuertes también pueden afectar al huevo.
  • No laves los huevos antes de guardarlos, aunque sí es recomendable hacerlo justo antes de utilizarlos.
  • No dejes a temperatura ambiente los productos elaborados con huevo (mayonesa, tortillas, salsas…) durante más de dos horas.
  • No utilices los huevos que tengan la cáscara rota o un aspecto anormal.
  • Lávate las manos tanto antes como después de la manipulación de estos.
  • Si ves una pequeña mancha de sangre o la presencia de “nubes” no te preocupes, son completamente seguros. De hecho, su presencia indica que el huevo es más fresco.
  • No utilices para cascar el huevo el borde del plato o recipiente en que vas a batirlo y tampoco utilices la cáscara para separar las claras de las yemas.

¿Aun tienes dudas? Déjanoslas en los comentarios, estaremos encantados de resolverlas.

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